Otra manera de presenciarse el bullying es el ciberacoso (también conocido como ciberbullying) que es el uso de información electrónica y medios de comunicación tales como correo electrónico, redes sociales, blogs, mensajería instantánea, mensajes de texto, teléfonos móviles, y websites difamatorios para acosar a un individuo o grupo, mediante ataques personales u otros medios. Puede constituir un delito penal. El ciberacoso es voluntarioso e implica un daño recurrente y repetitivo infligido a través del medio del texto electrónico. Según R.B. Standler el acoso pretende causar angustia emocional, preocupación, y no tiene propósito legítimo para la elección de comunicaciones. El ciberacoso puede ser tan simple como continuar mandando e-mails a alguien que ha dicho que no quiere permanecer en contacto con el remitente. El ciberacoso puede también incluir amenazas, connotaciones sexuales, etiquetas peyorativas.
Físico:
Como su nombre lo menciona es cualquier tipo de maltrato producido físicamente, por ejemplo: empujones, patadas, puñetazos, hasta agresión con objetos.
Verbal:
Principalmente se basa en insultos y sobrenombres, también son frecuentes los menosprecios en público o el estar resaltando y haciendo evidente de forma constante un incapacidad o discapacidad (cabe aclarar que no se hace referencia directa a solo cuestiones motrices). Últimamente el teléfono móvil también se está convirtiendo en vía para este tipo de maltrato.
Psicológico:
Son acciones encaminadas a minimizar la autoestima del individuo y fomentar su sensación de inseguridad y temor. El aspecto psicológico está en todas las formas de maltrato.
Social:
Pretende ubicar aisladamente al individuo respecto del grupo en un mal concepto y hacer partícipes a otros individuos, en ocasiones, de esta acción. Esto se consigue con alejar al individuo de los demás miembros del salón, con el fin de excluirlo de grupo.
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